Los obispos, tanto residenciales como titulares, pueden adherirse a la Obra del Beato Luis Novarese «agregándose» a la Asociación de los Silenciosos Obreros de la Cruz en la forma que mejor convenga a su personal situación episcopal.
Los Obispos agregados que aceptan vivir en el espíritu de la Obra y sostener el apostolado que la caracteriza, no están sujetos, por sí mismos, a las obligaciones inherentes a los otros miembros efectivos de los Silenciosos Operarios de la Cruz.